El sol de Illinois

El sol de Illinois

jueves, 10 de abril de 2008

Españoles en Urbana: existen, no es un mito


Transcripción del relato sobre el florecimiento de una nueva, pero bella amistad:

"Ah, no os he contado lo mejor... ¡ayer conocí por fin a un español en el campus! Qué digo en el campus, en mi propio departamento, en mi misma planta. Alejandro, se llama. Lleva contratado por la Universidad desde el verano, pero ha estado de estancia en Boston o no sé dónde hasta ahora. Ingeniero proveniente de la Politécnica de Barcelona, ha estado en el MIT y en no sé cuántos otros sitios.

El tío es un pijazo de la hostia, el típico catalán pijo, pero pijo, pijo, que en "catalán" se traduce como "hombre tipo pseudo-intelectualoide, vamos, gafapasta de toda la vida, pero con altas pretensiones estéticas, muy del tipo "soy inteligente y superior a la par que sensible y con buen gusto", vistiendo así entre universitario casual y Massimo Dutti, con gafas de colores, claro, que ahora los gafapasta que se precien tienen gafapasta de colores, y, por supuesto, dos Mac en su despacho que lo flipas, tanto el portátil como el súper pantallón del sobremesa... Y con aires de hombre desenvuelto y seguro de sí mismo, etc., etc." Teleco y catalán... lo que nos faltaba. Vamos que, salvo por los Mac, representa casi todo lo que no me gusta en un hombre, incluida su ausencia de rotunda masculinidad. 

Estuvo majo a pesar de todo, me ha dicho que ya tomaremos una cerveza o comeremos un día por el campus, cosa que no me apetece nada, pero bueno, nobleza obliga. El único español de Urbana y que tenga que ser un catalán intelectualoide y pijazo... Piensa pasarse los próximos seis años de su vida aquí, haciendo currículum, y, si puede, el resto de su existencia, si consigue plaza de titular. Muy guay, profesionalmente hablando, pero no le envidio en todo lo demás ni un poquito. Y, digo yo, ¿se pensará casar con una china o algo? Porque otra cosa por aquí...

Por cierto que conoce y es amigo (cómo no) de una de las tías más asquerositas de toda la Carlos III, con la que me tocó compartir docencia en el Labo de Comunicaciones Ópticas tres años, para mi desgracia. Qué tía más saboría, la hija de @#$%, tiene 30 años pero parece que tuviera 60. Diooossss qué saboría. Eso fue la puntilla que hizo que no me terminase de entrar este hombre por el ojo. Bueno, ya veremos, le daremos otra oportunidad, quizás debajo de sus capas de pretendido buen gusto fashion, haya un ser humano... :)))) No, si el chico no es que no sea majo, después de todo, pero es que joder, como encuadra en el perfil, coño. Qué poco originales son los que se creen tan originales.

Besos,
Rosa.
(Me preguntó que si yo venía de la Politécnica de Barcelona!!!! Será gilipichis el tío!!! Vamos por favooorrrr! jajajajaj! Sólo me faltó decirle "pero por quién me has tomado!!!")

1 comentario:

Anónimo dijo...

Españoles en Urbana somos muchísimos. Demasiados diría yo...lo raro es que no conocieras a ninguno desde el primer día. Están por todas partes los cabrones ajajaja.-
Besos y disfruta tu estancia en esta maravillosa (ejem ejem) ciudad.