El sol de Illinois

El sol de Illinois

martes, 4 de noviembre de 2008

En Madrid, mi Madrid


Qué lejos quedan ya, amigos míos, los recuerdos de mi estancia en Estados Unidos. ¿Cómo pude marcharme sin cerrar el blog, sin completar el círculo? Desde entonces siento que tengo algo pendiente. 

Llegué hace poco más de dos meses y medio (cómo pasa el tiempo y cuántas cosas pasan por la vida de una) y sin embargo parece que ha pasado un año, o dos, desde que volví. Y lo mejor es que esa sensación la tuve prácticamente a los diez minutos de poner un pie en tierra española, en tierra castellana. El Madrid sofocante de mediados de agosto me apabulló a besos y bienvenidas, y extrañamente el reencuentro con todo lo de aquí se condensó en un minuto, que fue el tiempo que necesité para sentir que nunca me había ido. 

Ahora recuerdo todo lo de ese agosto casi como si estuviera tan lejos como el propio Illinois, como si no hubiera sido más que la continuación de lo de allí, al mismo tiempo que la ruptura con todo aquello. La rama fragmentada del árbol surrealista de lo que no sé si alguna vez ocurrió. Me quedo con un montón de sensaciones extrañas y una vuelta a lo mío, a mí misma. Y algunos recuerdos muy bonitos que han pasado a formar parte de mí para siempre, entre nostálgicos y hermosos y alegres y tiernos y tristemente perdidos. 

Pero tengo que cerrar el blog, completar el círculo y contar todavía algunas cosas, aunque sean obsoletas, que no lo son. Y sobre todo, poner fotos de mi último mes en USA. Antes de pasar, quizás, a un nuevo blog. 

2 comentarios:

rut dijo...

fotos!!
fotos!!!
y sobre todo:
nuevo blog ya!!!!!

Bosco dijo...

Quizás, quizás, quizás...